Se aplica el término IA a los sistemas que manifiestan un comportamiento inteligente, pues son capaces de analizar su entorno y pasar a la acción con cierto grado de autonomía para cumplir con tareas u objetivos de forma eficiente, pudiendo incluso llegar a igualar o superar las capacidades físicas y cognitivas del ser humano.
La Inteligencia Artificial hoy en día es vista como una ventaja comercial que facilita distintos métodos y procesos, al igual que se encarga de la implementación de modelos algorítmicos, el análisis de datos y comportamientos, la creación de sistemas expertos, el crecimiento de la productividad global y el desarrollo e innovación en sectores de gran importancia.
El futuro de la Inteligencia Artificial genera mucha interlocución e incertidumbre, visión e ilusión, ya que conforme avanza emergen nuevas aplicaciones, servicios y procesos en todo tipo de ámbito y disciplina, dando apertura a futuros elementos por regular y supervisar.
El motivo es contar con representatividad a través de un sistema que garantice el aprovechamiento de las oportunidades que la Inteligencia Artificial brinda en diversas áreas, incluidos el transporte, la seguridad, la medicina, el trabajo, la justicia y la seguridad internacional, afrontando con fuerza los desafíos éticos, el potencial de sesgo social, la necesidad de transparencia y errores que podrían detener la innovación y el desarrollo de IA al tiempo que exacerban los problemas sociales, culturales y económicos.